No me digas que fue un sueño.
Tú y yo sabemos que fue real.
Cada día esperaba tu mirada
Como el agua del manantial.
No me digas que fue mentira,
que solo era tu ego.
Tus gestos te delataban
como el humo al fuego.
No me digas que fue un sueño.
No era el momento ni el lugar,
Pero tú y yo lo sabemos
como las olas conocen el mar.
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